Mickey entre palmeras
04-01-2021
“Querida madrina:
Estoy deseando su visita durante los festejos navideños de este año. Espero impaciente tu generoso aguinaldo de 10 pesetas. Aunque estas navidades preferiría leer el almanaque de Mickey del año nuevo que entramos, 1936. Viene con muchas sorpresas y regalos ¡Es una gran lectura! Cuando vengas de Barcelona a Elche ¿Podrías traérmelo?
Un abrazo de tu queridísima sobrina”
Al leer la carta nuestra querida madrina se preguntó “¿Mickey? ¿Quién es Mickey?” Aquel simpático ratón del otro lado del charco tardó un tiempo en llegar a España. Hasta 1930 no pudimos verlo en la gran pantalla, quedando reducido al publico de Barcelona y Madrid. Esta limitación hizo que Disney creara una serie de tiras cómicas diarias, protagonizadas por Mickey y sus amigos. Fue La Vanguardia quien se encargó de este proyecto, aunque tardó casi cuatro años.
Sin embargo, nuestro amigo tuvo que cambiar su nombre en el pasaporte, presentándose como “el ratón Miguelín” junto con “la veleidosa Mimí” y “el fiel Tribilín” (en la actualidad, conocidos como Mickey y Minie Mouse y el perro Pluto). Las viñetas daban la posibilidad de desarrollar una serie de historias más largas y profundas que el cine, el cual se veía limitado por una duración de unos 7 u 8 minutos. Además de obtener un público más amplio, ya que no eran muchos los cines a disposición de todos. Pronto alcanzó gran popularidad, no era habitual contar con gráficos, más allá de las ilustraciones de publicidad. Disfrutamos de estas viñetas a diario e ininterrumpidamente durante 28 meses y medio, parando su producción el día del alzamiento militar que desencadenó la Guerra Civil española.
La adaptación al público español no solo quedó en el nombre, sino también en el apodo. Los responsables de su llegada durante la República insistieron en la necesidad de hacerlo aun más familiar. Por aquel entonces ¿qué otro ratón conocíamos? ¡El ratoncito Pérez, claro! Al principio, ese fue el apodo de nuestro amigo, quién lo diría. Aunque la propuesta no tuvo mucho éxito y acabó quedándose como empezó.
Sin embargo, esa necesidad de encontrar un mercado viable hace que tengamos juguetes tan curiosos como el que se expone en el Museo Escolar Pusol (en la sección de Almacenes Parreño). En las fotografías de este post podéis encontrar a la pandilla de Disney vestidos de toreros en una plaza de toros. Fue uno de los primeros juguetes Disney en llegar a España y a nuestra localidad, Elche. Representa esa visión tan típica española para los extranjeros.
También contamos con múltiples libros con mil aventuras distintas de nuestros amigos. Sin duda, mi preferido es el almanaque de 1936, toda una joya del tiempo. Pues las ilustraciones, el humor debido a su contexto, la cortesía en el vocabulario y sus propuestas a los más pequeños (concursos y regalos) son únicas. Como complemento, no puede faltar el libro “Mickey en las carreras” (el cual, como curiosidad, se anuncia en el Almanaque del 36), ya que nos proporciona unos magníficos juguetes de papel ¡que andan solos!
En conclusión y parafraseando a Disney, “si puedes soñarlo puedes hacerlo, recuerda que todo esto comenzó con un ratón”.
Autora: Rosa Antón, historiadora y voluntaria en el Museo Escolar.
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Fuentes:
